La verdad es que viajar por las carreteras venezolanas, usando el transporte público y todo lo que conlleva, es un lujo. Un lujo que muchos no apreciamos
Esta historia es la de un 27 de julio cualquiera, que no existiría de no ser porque una persona llamada @Yar1ta, me convenció de que nos vieramos en su Maracay del alma,
-Migue, no sé, pero está lloviendo full.
Yo vacilé si contestar o no, pero me había comprometido de estar ese día en Maracay. Pamplinas, relámpagos, centellas, que lloviera dificultaba las cosas y si a algo le temo es a ese monumento a la muerte llamado "La Bajada de Tazón", sí, esa pendiente en la que usualmente ocurren espantosos accidentes a la entrada de Caracas. En ese momento pensé muy seriamente en irme por los Teques, saliendo de Caracas por la Carretera Panamericana, pero me dormí un rato. Sinceramente amo dormir cuando la lluvia cae, y en el caso caraqueño, era una debil pero agradable llovizna. Desperté casi a las 8 y pensé por un momento si ir o no dado el pavimento mojado, pero a la final, opté por ir. Pensaba en salir de casa a las 7 de la mañana, pero nada, terminé saliendo a las 9:15 am, estaba retrasado y no quería inventar dada la hora, irme por Los Teques implicaba 1 hora en metro y no iba a aguantar tanto. Así que fuí lo más rápido que pude al Terminal de La Bandera. Llegué y ví el despelote que implica viajar a Cagua, La Victoria, Maracay, Valencia, San Felipe, Guacara, Villa de Cura y San Juan de los Morros. En esos casos no hay autobuses que salgan a una hora determinada, sino autobuses que salen en cuanto estén llenos hasta los Teque-Teques, o haciendolo más entendible para una persona que no sea venezolana; hasta el tope. Busqué la comodidad
El autobus sale a tomar la ARC, y como cosa rara, no puso música, es extraño porque un chofer apenas puede te pone a conocer sus selectos gustos musicales: El Binomio de Oro, Maelo Ruíz, Natusha, Miguel Molly, Tito Rojas y demás ídolos de los choferes venezolanos, luego de que un par de imbéciles que estaban detrás pidieran a gritos la
Despues de eso el autobus andaba ligeramente bien, hasta que paramos en Paracotos, Miranda. La madre del chofer se ha montado en el autobus para llevarle comidita a su hijo querido. No mames, esto solo pasa en Venezuela. El autobus seguía en su normalidad y montando y bajando gente en donde quisiera. Toda una locura, pensé que era un autobus directo a Maracay, no un autobus charter que podía parar en cualquier parte, me empecé a desesperar un poco, para colmo de males, era un autobus sin aire acondicionado, el calor de la autopista se sentía fuerte cada vez que el chofer se detenía en el arcén.
Despues de 2 horas y media que se me hicieron eternas, llegué al centro de Maracay. Maracay me recibió con cola antes de entrar al Avión, para variar, pero bueno. Llegué sin avisar al Mc Donald's del Terminal, en donde me esperaba @Yar1ta.
No está de más decir que de vuelta, si opté por un autobus más rápido, con aire acondicionado, sin música, y menos kinky.
Y los dejo. Esto es todo por hoy.